jueves, 26 de abril de 2012

Entrevista al mejor director novel español: Kike Maíllo: "Nuestro país culturalmente no está acostumbrado a la Ciencia Ficción"


Entrevista con Kike Maillo, simpatico, agradecido, atento. Tiene más larga la lista de premios que de trabajos (entre muchos otros como el de Sitges, Goya a mejor director novel 2012) . Vinculado a la Sierra de Francia (Salamanca) pese a vivir, trabajar y nacer en Barcelona. Director de Ciencia Ficción española casi nada...es el padre del laureado film:  EVA

¿Cómo se vive tanto éxito, tan joven y con la primera película?
Con mucha alegría pero el principal regalo, el principal premio, es poder hacer una segunda película en España. Es una cosa muy muy complicada en nuestro país.

¿En qué estás trabajando ahora?
Estamos trabajando en varios proyectos, pero seguimos en esa “Ciencia Ficción emocionante”. Es una propuesta muy segura, trabajar en varios proyectos a la vez para que el fracaso o la paralización de uno de ellos no te quede sin nada. (Alguna pista) vamos por un camino psicoanalítico dentro de la Ciencia Ficción...

¿Cómo es hacer ciencia ficción en España?
Complicado. (silencio… risas) Sobre todo tienes que llevar al público a un sitio donde no está acostumbrado a ir. Nuestro país culturalmente es un ámbito en el que no se ha adentrado mucho, siendo primer mundo, tecnológicamente avanzado, aún nos cuesta situarnos en las historias fantásticas propias.

Alex de la Iglesia, Nacho Vigalondo ¿Crees que se está fraguando la Ciencia Ficción Española?
Hay pocos títulos, pero vamos metiendo unos pocos al saco. Y poco a poco podemos crear un sello propio en la Ciencia Ficción, sería extraordinario, (Spanish Sci Fi).

Los efectos Especiales… más importante la imaginación o el programa informático…
Los efectos son la máxima exposición del cine como arte, puesto que el cine es una narración de una manera imaginativa, que tiene que ver con la imagen. Cada vez tenemos mejor tecnología pero es más para saber “si eso está realmente o no está” vive de la técnica pero plasmar algo que no existe, tiene que estar muy bien trabajado y muy bien imaginado.

Buen momento del cine español? (Cito a Rodrigo Cortes y sus andanzas hollywoodenses)
La gente está cada vez más preparada, la competencia es más dura, y el nivel es extraordinario. Mucha gente sabe mucho y de mucho, ruedan su primer largo con un trabajo previo increíble.

¿Darás el salto a Hollywood?
Me lo tendrían que poner muy difícil aquí para irme. Cuando no se pueda hacer cine tendremos que emigrar para seguir trabajando, pero hasta el momento estoy bien aquí.

lunes, 23 de abril de 2012

Carta Zombie (Por Enar González)


Suena el despertador. Levanto con alegría esta cabeza vacía de la almohada una noche más. Me desperezo, coloco mis huesos en su sitio y aspiro el aroma putrefacto de mi partenaire con deleite. Mmmmhhh qué aliento a Cabrales con cloaca y rata, cómo me pone. Arrastro mis pies haciendo ochos hasta el cuarto de baño. Cada vez me sale mejor el mover toda mi carne muerta rumbosamente. Me miro en el espejo y coloco mis dientes en su sitio, mis ojos y pezones. Qué manía de descolocarse todo mientras duermo. Aparece bostezando mi gato, que cada día tiene menos pelo y va perdiendo mechones en forma de bolas enormes que corren como plantas rodadoras por toda la casa. Compruebo que ya puedo verle todos los huesos del rabo perfectamente. Se despereza rascándose en la alfombrilla y pierde un par de uñas. Todas las mañanas igual, mira que te lo tengo dicho, que luego te vacilan las palomas. Realmente las tiene a todas a raya, y de vez en cuando peleamos por algún muslito. Mientras gruñe maullidos a mi alrededor cojo mi peine de marfil, hecho por mi misma artesanalmente con las púas bien separadas, y me acomodo mi moño con los cuatro pelos que me quedan. Me pongo mi vestido de jirones vintage y me calzo las Martens que ya usaba “antesdenomuerta”. Así no voy dejándome las plantas de los pies por ahí, que luego llega cualquiera y se las come. Seré una zombi, pero me da grimita. “Pútrida mía, ¿dónde vas hoy?” oigo que me dice mi compañero de cama, aún somnoliento. “He quedado para cenar y salir un ratito, te traigo un par de tripas cuando vuelva!”. Parece que huele a carne viva y fresquita por ahí fuera, pero no quiero despistarme de mi objetivo, que luego me entretengo picoteando y no voy a cazar el oso. Metafóricamente hablando, claro, que un oso real me daría tal zarpazo que no sé si sería capaz de encontrar luego todas mis partes. Bajo en el ascensor tarareando Dragula. Alguien se ha dejado medio cráneo aplastado contra el espejo. Aún parece calentito, y no resisto la tentación de lamerlo. No está mal, aún quedaba un poco de hipotálamo. Salgo a la calle y me dirijo hacia donde he quedado con mis colegas de la “Asociación de Amigos de Obesos Suculentos”. Vamos en busca de un señor orondo con bigote para la cena, que ya le tenemos echado el ojo. Hemos hecho una porra porque no sabemos seguro si tendrá cerebro o no. Rascaremos un poquito su puerta y daremos unos cuantos aullidos de ultratumba para crear ambiente espeluznante. Con un poco de suerte le da un infarto en la cama y no hay que pelearnos, que hoy vamos de bonito. Un poco de picoteo saludable “MouseBrain” para acompañar y después quizá un poco de bailoteo en la Neurona Saltarina. Hoy va a ser una noche cojonuda. 


Podéis leer más locuras de Enar en su blog: http://meriodetrasdelosjajaja.tumblr.com/

martes, 17 de abril de 2012

Carta Zombie: EUROPA, 1870. (Por Virginia Mota)


“Se está sujetando la cabeza para evitar que caiga por la escalera”- me dije.

Sin duda nunca pensé que el apelativo hostil del ejército norteño de 1871 significase aquello que había estado viendo durante los últimos días. La cosa se había torcido… y mucho. Desde aquella habitación en la que me escondía y entre la que me esperaban, mi General, el fiel admirador de Shelley y apasionado seguidor de Poe, había dejado de serlo para formar parte del común vidrioso que me atosigaba desde fuera con ademanes de basta instrucción y aspavientos exagerados que no lograba entender. El hombre había perdido por azar el talante soldadesco que solía vestir para encontrar otro combativo y pendenciero, tan civil y tan banal que sólo atendía a impulsos carnales, ofensivos a todas luces a cualquier buen Pot-au-feu. Ese general que tan sólo unos meses atrás había comandado a todo un ejército históricamente modélico por el Viejo Continente, hacía ahora chirriar sus dientes contra la ventana mientras me pretendía, obviando entre todo el alboroto el brillo de los ojos que normalmente confirma la vida de uno. ¿Pero cómo pudo suceder? ¿Cómo la guerra que comenzamos meses atrás y que finalizamos algunos antes había derivado en esa parodia absurda rellena de zombis, en la que ambos bandos luchaban en manada contra todo sentido o entendimiento? No lo sé: a esas alturas a mí ya me sobraba realidad y para colmo mi habitación empezaba a oler a descaro. Así que en la redundancia de mi tiempo empecé a sentir que mi fortaleza, encumbrada en mi supervivencia a la de Barbo, no paraba de sangrar, y sobre el adarve más soleado, por réprobo convencido, condecoré a mi General como el Más Muerto de Todos.

Volví de nuevo a resentirme, a repensarme y a redescubrirme, y por gustar de la soledad decidí perderme entre el gentío, por eso me dormí bajo la mesa mientras anochecía.”


lunes, 9 de abril de 2012

Carta Zombie: POLITOXIZOMBIE (por Rodrigo Ratero)


Noto dolor en mi cabeza, justo detrás de mis ojos, un dolor continuo que nunca cesa. Dolor penetrante que sólo se calma cuando como carne humana. No sólo como carne humana para calmar mi dolor. Cuando me mataron y volví a la vida desperté con un continuo ansia, un ansia que te causa sufrimiento extremo y que lo calmo comiendo los despojos de la gente, similar al de el ansia que sentía cuando estaba vivo cuando no tenía drogas, pero más intenso. En cierta manera ya era un zombie cuando estaba vivo, simplemente ha cambiado el producto que me sacia, la necesidad metabólica es similar, solo que el mono no se calma de la misma manera. Al igual que con la heroína el deseo de carne humana se apodera de ti y haces cualquier cosa para conseguirla, da igual que sean amigos, familiares, menores… Jodes a cualquiera para conseguir tu dosis. Ahora me estoy pudriendo y huelo incluso peor que en vida, aunque en vida la degeneración que estaba sufriendo no era muy distinta. Quizá el mayor problema es arrancar la carne a las victimas con tan pocos dientes, sin duda tardo más que la media.
No se si por costumbre, por parecer fingir seguir vivo o por falta de esperanza sigo vagando por donde vagaba cuando aún vivía, por este maldito poblado, sigue estando lleno de zombies como antes de que el mundo cambiara. Ya no se ve continuos coches yendo y viviendo, ni gitanos, ni policías, sólo zombies, aunque alguno parezca gitano y alguno vaya vestido de policía. Al principio de cambiar hacían continuamente incursiones los vivos en las chabolas en busca de droga, pero ya no han vuelto. Un día cogí a uno de ellos, llevaba una bolsa llena, le mordía en la pierna, cayó y el polvo se desparramó por todo el suelo, después mordí su cuello, una huella de bota llena de sangre cubrió el jaco, tiré de sus tendones con fuerza hasta arrancarlos y seguí devorando con ansia todo su cuerpo sin si quiera molestarme por la droga. No estoy seguro de ello pero creo que comer la carne de un adicto a las drogas, de alguna forma me calma bastante más que comer la de alguien normal, sano, aunque puede que sea lo que me dijo el médico de aquel centro, es tan sólo una obsesión producida por un consumo prolongado y desmedido.
Ahora recuerdo vagamente cuando, mí hermano o mis padres me decían que esa mierda me mataría… Yo creo que llevar esa vida me sirvió de entrenamiento para la no-vida que vivo ahora, seguramente lo lleve mejor que cualquier otro ciudadano medio, en el país de los ciegos el tuerto es el rey.
Ahora que ya estoy muerto a veces me pregunto que habrá después de la muerte cuando ya estás muerto. ¿Y después de la muerte de esa muerte?
Veo llegar una furgoneta cargada de material, hacía semanas que no veía a nadie vivo… Voy a pillar algo…


Podéis leer más de Rodrigo Ratero en su blog: http://www.kazikes.es

miércoles, 4 de abril de 2012

Carta Zombie: EXTRAÑA NOSTALGIA (por Ssecreta)

Hoy voy a jugar a sentirme viva. Hoy voy a salir. En este jodido zulo todo parece difuminarse por momentos y nunca he sido especialmente sensible al sentimiento de culpa.
En los últimos tiempos llueve demasiado… pero limpia muy poco. En los últimos tiempos… me da por morder a la gente que me importa…
Aún recuerdo con una extraña nostalgia infantil la primera vez que comí carne humana, y la cara de aquel pobre desgraciado que tuvo la fatal suerte de cruzarse en mi camino. Estas son las malas casualidades.
Aún resuena en mi cabeza el eco de sus pasos por aquel callejón una fría noche de invierno. Sentí como los ojos se le salían de las orbitas cuando logró ver mi aspecto al salir de la penumbra. Dudó un instante y con el corazón queriendo salírsele del pecho y sin dejar de maldecir su suerte, gritó: “¡No te conozco de nada!. De hecho ni siquiera sé con quien coño me has confundido, pe…” No pudo terminar la frase, al ver con mayor claridad mi cara de deseo y pocas neuronas. Pude apreciar como su cuerpo empezó a temblar más de miedo que de frío.
En la oscuridad del lugar, tan sólo se distinguía un halo teñido de un oscuro romanticismo que me fascina, es una indescriptible sensación que abraza lo grotesco. Miré al pobre cobarde con la satisfacción de quien juega una mano de póker con la seguridad del que tiene las mejores cartas. Era divertido ver como aquel idiota miraba hacia todas partes con la esperanza de descubrir alguna cámara oculta.
En esos momentos, la ansiedad por hincar el diente a una temerosa carne humana era incontrolable. No hay nada que defina mejor a un zombie que su forma de disfrutar de ese momento en que su victima se siente la persona más vulnerable del mundo.
Hay quien vomita en la taza del WC al despertar con la boca seca, mi sensación en aquel momento fue la contraria, sentí como si garganta hubiera nació sin la posibilidad de tragar tal cantidad de saliva como la que le generaba el imaginar la proximidad del enorme banquete.
De repente, me percaté de que el hombre que estaba frente a mí, sujetaba una voluminosa barra de hierro con sus manos temblorosas. Fui consciente de que en breves momentos me esperaría un espantoso dolor de cabeza, mi cuerpo se debatía entre la deshidratación y la indigestión y me lancé de golpe ante aquel miserable, mi cabeza chocó ante un millar de estrellas muertas que no fueron capaces de detenerme.
En esos momentos la ansiedad no me deja pensar con claridad, pero suelo imaginar una suave melodía que me provoca un orgasmo de los sentidos… Llegados ya a ese punto, la victima sabe muy bien  que es lo que le tiene reservado el destino, aunque sin llegar a distinguir entre despertar o seguir soñando. Les resulta demasiado complicado diferenciar lo real de lo irreal, las realidades fluyen y los niveles de consciencia se empiezan a multiplicar, las distintas percepciones se vuelven variopintas. Supongo que sea un método de defensa del cobarde subconsciente humano, ya que cuando un ser humano siente pánico, su cerebro puede llegar a hacer cosas extraordinarias.
Tras intentar inútilmente hacer el truco del avestruz, aquel hombre agotado firmó su carta de rendición bajo la sonrisa del bando contrario, que esperaba ansioso aquel festín entre vísceras y risas.
Instantes después, lo sentí. La palabra bajón hizo mella en mi cabeza. Empecé a sentir como si bajase por unas inestables escaleras, peldaño tras peldaño… de repente aterricé de golpe y empecé a sentirme inundada por un deseo cruel y depravado que me persigue hasta hoy. Desde entonces sigo coleccionando cientos de cabezas vacías. Soy consciente de que no sirven para nada, pero me recuerdan los buenos momentos.


Escrito por Ssecreta para conocer más de sus escritos: http://unagotasinagua.blogspot.com.es