lunes, 21 de mayo de 2012

Lugares Increibles. Thailandia "Tierra de los Hombres Libres I"

Wat Phrathat Doi Suthep
Chiang Mai. Ciudad del norte, lluvia, gris, como todos los enclaves del norte, aunque tiene mucho que ver que comiencen (primeros de mayo) la época de lluvias. Bird, el simpático guía nos explica el camino de la ascensión al Nirvana, una especie de paraiso del pensador, de calma absoluta con tu ser y el universo, todo ello mientras llevamos a cabo otra ascensión más terrenal la subida al templo de Wat Phrathat Doi Suthep. La velocidad de los conductores y olvidar que conducen por la izquierda hace más divertida esta filosófica ascensión. El templo es una especie de joya coronando una montaña de jungla. Llueve, y hay que entrar descalzo, la sensación de pisar el suelo mojado y no sentir nada de frío, recuerda a la niñez. Oro, campanas, meditación, suerte y siempre casas para espiritus y dioses. Esos pequeños templetes están por toda Tailandia, es un refugio para almas y entes en cada rincón de este país. Están en todos los sitios desde, bares de rock, a concesionarios de coches. La noche en Chiang Mai es un hervidero de puestos y olor a exquisita comida local.

Wat Phrathat Doi Suthep



Wat Phrathat Doi Suthep
Wat Phrathat Doi Suthep
Selva. Para hacerse una idea de los paisajes y sensaciones de la naturaleza tailandesa  se puede tirar de imagenieria colectiva, creada siempre por la televisión y el cine, elaborar una mezcla entre las montañas y selvas de Avatar, y mezclaras con los paisajes infinitos de campos de arroz con palmeras al fondo de las películas yankis de la malograda guerra del Vietnam así, estaréis mentalmente en Tailandia. La experiencia con los elefantes es única, extraña pensar que los maltraten o que 
jefes de estado los usen como figurillas de feria para disparar. Otra experiencia es el campamento de las "Mujeres Jirafa" desde niñas se ponen anillos para alargar su cuello. Son auténticas amazonas, las mujeres mandan y parten el bacalao. Las niñas son graciosas y muy curiosas con esos pesados que vienen empapados a fotografiarlas como tontos.
Wat Sri Chum
Camino a Sukhothai. Llegando a la gran Sukhothai se encuentra el templo de Templo Wat Sri Chum, un espectacular Buda encerrado en entre unas paredes claustrofobicas, lo que hace que la figura sea más imponente aún impone, mira desde arriba y su mano de varios metros parece tenderse al visitante. Siempre, por muy perdido que este el templo o la imagen de Buda, a sus pies se encuentran flores de loto frescas e incienso encendido...


Sukhothai. Una ciudad cuasi santa dentro del budismo. La visita obligada es el gran parque donde se reúnen las ruinas de lo que fue la antigua ciudad amurallada, centro neurálgico del budismo. Lo mejor es alquilar una bicicleta por pocos céntimos y recorrerla. La sensación es similar a que si en el retiro de Madrid se encontrara, el teatro de Merida, la catedral de Burgos y otros pocos monumentos históricos separados por pocos metros. 



Lopburi, "Templo de los monos"
Sentirse como un Indiana Jones moderno, un aventurero sin riesgo, algo así se experimenta por esta ruinas declaradas no sin falta de honores Patrimonio de la Humanidad. El calor es sofocante y aconsejo a los posibles futuros viajeros coger un hotel con piscina. La sensación térmica en Tailandia, con lluvia o sin ella es asfixiante. Dejar en casa las prendas gruesas y llenarla con ropa ligera, en Thailandia vuestro mejor amigo será el Aire acondicionado y la cerveza fria (recomiendo la Chang de 650ml)
Seguimos camino a Lopburi. Una ciudad tomada por unos simpáticos simios que han invadido literalmente toda la localidad y que se han hecho con un templo. Más reclamo turístico que otra cosa, estos simpáticos aunque rebeldes animalitos son todo un espectáculo. Adentrarse en su templo es una experiencia para los sentidos, pisando guano y viendo rápidas y veloces ratas del tamaño de los monos y murciélagos mirando tranquilamente desde los techos. Una simpatica señora con aspecto de haber dormido entre los monos te acompaña gentilmente por 20 baths e impide que te devoren. Además te dá una bolsa con semillas de loto para tranquilizar sus diabolicas y simpáticas barriguitas.
Ayuttaya. Ciudad de ruinas e historia. Todos sus templos tienen las marcas del saqueo y las guerras con los vecinos Birmanos, según el propio guía, "como vosotros con los franceses". Allí está la famosa cabeza de buda levantada por raíces. La historia cuenta que unos ladrones saquearon el templo, recogieron el oro de los budas y se deshicieron de la cabeza enterrándola. Milagrosamente surgió años después entre las raíces. Para los budistas fue todo un milagro y la justificación de que Buda y la Naturaleza siempre se han llevado bien. Thailandia a pesar de ser la "Tierra de los hombres libres" ha regado sus tierras con sangre. El carácter de los tailandeses es muy abierto, siempre sonríen, aunque leí que tienen fama de tener muy buena mala ostia, gracias a Buda no la experimenté. Es curioso ver sus combates de  Muy Thai, la rabia de peuqños luchadores. Su dios guerrero actual es  Buakaw.


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