(Lugares increíbles part I) Esaauira, Estambul, Greenwich Villages, Puente de Damstraat, Havana Libre, Camdem, Tozeur y Trastevere

Debido a que utilizó y creo interesantes los blogs de viajes, haré una aportación de mis pequeños escarceos por el globo. Pero nada más lejos de explicar donde comprar las mejores chanclas o cuánto cuesta el metro o indagar sobre lavabos sucios. Explicaré tan sólo los lugares que me han impactado gratamente, lugares que tienen un magnetismo especial, que te hacen olvidar la rutina, lugares mágicos que se descubren por casualidad y que todo humano debería conocer. Si pasais por el país no os perdaís:

Essauira: Pequeño pueblo de Marruecos a pocos kilómetros de Marrakech. Pueblo pesquero donde los mercados son como trasportarse al Medievo. Andar por sus calles es como adentrarse en un mundo inventado. El ambiente hippie y musical que se respira a cada paso es increíble una experiencia única hablar con sus gentes, compartir su sentido de la vida: Prisa: mata, tranquilo amigo….forma de vida: Chill aut.

Greenwich Village: Si van a Nueva York no dejen la oportunidad de conocer este barrio no tan conocido como los primos famosos de Litle Italy, Chinatown, pero que si esta ciudad de acero tiene corazón se encuentra aquí. Música en directo, ambiente increíble y la sensación de estar en un pueblo en el centro del mundo. Un barrio donde dieron sus primeros pasos artistas como Jimy Hendrix o Lady Gaga.

Puente de Damstraat: Si se caen en Amsterdam tómense un minuto para sentarse junto al puente del canal, a ser posible en la terraza de algún bar (recomedado Planet Rock Café), párense un segundo y miren. (Nota farmacéutica: si esta experiencia se adereza con sustancias legales en la ciudad, la experiencia será todo un espectáculo de luz y sonido).

Habana Libre: Si pasan por el paraíso, párense en La Habana. Allí el majestuoso rey de la ciudad es el hotel Habana Libre, un segundo en una de sus terrazas frente a la ciudad será la mejor recompensa para justificar el viaje. Recorrer sus pasillos y observar los cuadros de los guerrilleros en esas mismas baldosas es una vivencia digna de ser escrita y leída. Pueden acceder sin ser clientes accediendo a la discoteca de su parte superior.

Candem: Un circo, una vorágine de locura y color en el estirado y gris Londres. Es una parada obligatoria para cualquier viajero. Canales, locales extraños y un mercadillo que bien podría haber inspirado a los vistos en STAR WARS. Ordas de punkis cibernéticos, rockeros anclados en los 70, una procesión al reino Freak.

Trastevere: En Roma, el alma está en este barrio, un tanto clásico y sobretodo bohemio el mejor lugar para ir a tomar una cerveza y descansar de tanta piedra e historia. Manteles de cuadros y enredaderas en las fachadas todo puro Italy. El ambiente nocturno es bastante bueno, bares, pubs, pero lo mejor de todo, si continúa, una señora mayor tocando la gramola hasta las tantas en la misma plaza.

Tozeur: Una puerta al desierto en Tunez, paisaje natural digno de ver. Si tienes la suerte de vivir una acampada de lugareños a la orillas de la cascada será una experiencia completa. Además si tienes la suerte de vivir una lluvia torrencial inusual en mitad del desierto la vivencia es para recordar.

 Estambul: Citar el banco donde estuve sentado es un poco complicado, pero fue el primer lugar donde me quedé asombrado y tome conciencia de que estaba en otro mundo. En medio de un ajetreado viaje de estudiantes por Turquía, contemple durante un segundo inmóvil el Bósforo y la silueta de esas gigantescas mezquitas. Aconsejo sentarse en el paseo que separa ambos continentes, Asia y Europa durante el atardecer. Sentirán como están en un lugar con solera. Eso, si los niños y los vendedores les dejan. El llamamiento de las mezquitas es una banda sonora increíble.