Para la primera entrada una de las entrevistas que realice recientemente a un soñador de los que quedan pocos...con más de 80 años, Conrado, filosofo, torero frustrado pero buscador incansable de la felicidad y de su particular sueño, vamos un romantico extinguido que prefiere ser vagabundo por su sueño a tener una jubilación insignificante en una insulsa vida rutinaria. Seamos afines al tragico mundo de los toros o no es una entrevista que habla de la historia de un fracaso vivido con la pasión de un triunfo.
T RANQUILO y sosegado, en sus ojos se dejan ver los achaques de una vida larga
y dura, Conrado, a sus 84 año sigue despidiendo ese temple de torero. Conocido como el “Eterno
maletilla”, se ha jugado la vida y ha recogido ovaciones del público mirobrigense desde hace 65 años.
Casi un siglo de experiencia de un hombre que ha llevado y lleva elestilo de vida de los desaparecidos
maletillas, vivir sin mas fronteras que las de los pitones de un toro y sin mas hogar que las plazas. Nacido en el municipio zamorano de Molezuela se buscó la vida toreando en distintos puntos de España pero donde estableció su patria“chica” fue en CiudadRodrigo. Sigue siendo uno de los personajesmás queridos y todavía se le hecha en falta en el coso instalado durante el Carnaval del Toro.
¿Cuál es el vinculo que le une con Ciudad Rodrigo? Estoy orgulloso de considerarme de CiudadRodrigo, son años y años participando en los Carnavales, me siento muy agradecido y en deuda con los mirobrigenses. Más que un pueblo, Ciudad Rodrigo entero esmi familia. Sobre todo, tengo muy presente los aplausos de la plaza, un cariño casi amor que me transmitían cuando me ponía delante de los toros. He dado todo aquello que he tenido pero Miróbriga me ha dado mucho más.
¿Cuándo fue la última vez que se puso delante de un toro? El pasado año en las fiestas de Torrejoncillo, un toro me alcanzó y me rompió cuatro costillas, desde entoncesmehe apartado de las plazas. Pero la edad es la que ya me aparta de las plazas, no los revolcones, ya que esos no tienen más importancia y se acaban curando, pero los años no.
¿Cuántas cornadas ha tenido a lo largo de más de medio siglo toreando? He tenido tantas, que no las recuerdo. Es ley de vida todo aquel que vive su sueño tiene que pagar un precio. Siempre he sido consciente del peligro, por eso ahora ya no salgo. Pero creo que la vida da más cornadas que los toros.
¿Qué le movía a ponerse, con su edad, delante de un toro? La ilusión que todavía hoy tengo. Es una pasión de la que es imposible zafarse. Creo que es algo que tengo innato. Todo el mundo tiene un sueño pero pocos se atreven a seguirlo hasta el final. Cuando más orgulloso y feliz he estado en mi vida ha sido delante de un toro. Lo que pasa es que los años no perdonan y el árbol se va secando, es un ciclo natural, los mayores vamos desapareciendo y los jóvenes nos relevan.
¿Qué opina sobre la prohibición de los toros en Cataluña? Es algo que siempre ha existido, siempre había detractores.Creo tenemos un vinculo con la naturaleza y que la respetamos, no la odiamos ni la maltratamos. El torero quiere al toro; es más, siente la muerte del toro, no es un acto criminal, pero en este mundo todo el mundo tiene derecho a opinar.
¿Cuál es el espíritu del maletilla? Es un espíritu aventurero, descubridor como el de Colón. Ya no existen los maletillas como tal, soy el último de mi especie.Me recorrí sin dinero las plazas de fiestas de toda España. Siempre he toreado en plazas cuadradas, en todos estos años sólo una vez hice una faena en una plaza redonda y fue en Vista Alegre en Bilbao. Ahora los jóvenes tienen más facilidades para aprender a torear pero solos delante de un toro tienen los mismos temores y problemas que nosotros.
¿Cómo fue la corrida en su única plaza circular? Pues un poco desastre, tuve la oportunidad de matar un novillo allí perome dio una paliza de “aúpa”. Pero no haber toreado en plazas redondas nome acompleja, estoy orgulloso de haber triunfado en plazas cuadradas. Es más me siento un figura como los mejores toreros de elite, ellos tuvieron el dinero pero yo el cariño de todas las plazas, me considero figura. Los entendidos decían y dicen que yo era un torero de valor.
A sus 84 años, ¿qué ve al mirar atrás? Veo mucho amor por parte de la gente, creo que todo el mundo tenemos un camino y no todos se atreven a seguirlo.Yo he seguido mi camino y mi sueño de ser torero, me siento muy feliz de haber tomado esta elección. Es más, sigo buscándolo moralmente pero físicamente no puedo. Aunque ya sea viejo todavía soy “aquel”.
¿Cuándo se puso por primera vez delante de un toro? ¿Y su primera capa? En 1945, en Ciudad Rodrigo delante de un toro más grande que la Catedral. Tenía tanta vocación y afición que no se me hizo tan grande
como se me hacen ahora. Mi primera muleta la recuerdo con 17 años;me fui a buscarme la vida sólo, sin dinero, a Andalucía, y en Sevilla en una tienda de compra y venta de harapos, vi una capa vieja colgada. Para conseguirla vendí toda la ropa que tenía, la mayoría me la habían dado. Luegome han ido regalando al venir a Salamanca gente como “Miguelín”, “El Viti”, y hasta ahora que me dio una César Jiménez.
Fue triunfador del Bolsín taurino en 1963, ¿cómo lo recuerda? Fue una alegría inmensa, un gran elogio. Lo tomé como un reconocimiento ami entrega en las capeas del Carnaval. Pero siempre tendré la espinita de que no fui capaz de matar al novillo el día de la corrida, se devolvió a corrales vivo. Me cogí tal cabreo que me fui.
No hay comentarios:
Publicar un comentario