Las relaciones humanas han sido modificadas por un extraño complejo de maquinas con pantallas hipnóticas y que suelen abrir un mundo habitado por pornógrafos celestes, licántropos de información, y empresas prostituidas por el punto com.
Un bello lugar para mostrar gotas de originalidad y belleza gratuita en el espacio libre y liberado de la red… Tanto influye este mundo cibernético a nuestras vidas que han cambiado las formas de relacionarnos, de hablar, entender, amar, conocer y eyacular.
Las redes sociales son ahora la biblia del individuo. No deja de haber paradojas como que una chica con 1237 amigos se tenga que hacer una foto ella misma en el espejo de su servicio hogareño, tantos conocidos…nigun fotógrafo, se va la luz y ya no tienes amigos. Una pose de lascivia, que ella cree sexual, se mezcla con la silueta reflejada de la crema Hemoal de su madre, el enjuague bucal del Carrefour y la cortina del baño con lunares ya carcomida por el hongo de la ducha.
La red nos atrapa cada día más, pasamos de la cueva, a la choza con granja, a la casa y finalmente volvemos al útero de la Placa Madre de nuestro ordenador.
¿Qué pasaría si todo se fuera a la mierda, si internet pegara un fogonazo como el primitivo Big Bang y explotara?.
Sin internet los jóvenes ya no sabrían hablar cara a cara, no sabrían mirar a los ojos, los inadaptados se ahorcarían en las lámparas colgantes de las lúgubres casas de sus madres, ya que no podrían disfrutar del sexo cibernético, ni manifestar sus estúpidas teorías conspiratorias. Los periodistas no sabrían donde buscar la noticia sin un “buscador automático”. La gente saldría a la calle y se cegaría por la luz del sol todos andaríamos como perdidos en un mundo real donde las cosas se sienten, duelen y hay que tocarlas…
